La educación vial es un campo necesario para el buen funcionamiento de las ciudades, y por eso en muchos países le dan mucha importancia en las escuelas. Estas organizan jornadas dedicadas a enseñar a los más pequeños las reglas básicas de circulación, haciendo circuitos en los patios de los colegios en los que se colocan señales, semáforos y conos viales en miniatura creando así pequeñas ciudades por las que circular, caminar o pasar por los pasos señalados siempre y cuando la señal lo permita.